viernes, 16 de mayo de 2014

Póker face .

Tenés muchos problemas, tenemos mucho en común.
Eso hubiese dicho en otro momento, pero ahora no, ya no mi amor. Ya no hay mi amor, ni amor, ni nada más que un poco de interés propio para sostener los pilares que son necesarios. Y necesarios para qué? Para seguir, para ser y dejar ser, para informarse y formarse, para poder formar...
Me resultó extraño releer la última entrada, es que tengo tan abandonados determinados espacios que prácticamente no recuerdo en qué momento recurro a ellos. Importante, todo lo que vuelco es importante. Tan importante como lo es tener proyectos, y nunca me voy a cansar de decirlo. El día que no tengan proyectos, ese día preocúpense mucho y pregúntense qué va a ser de ustedes. Pero mientras tengan por lo menos un solo motivo para levantarse, entonces todo va a valer la pena.
Y permítanme hacerles saber, que a veces eso importante se encuentra en el dar a otra persona, y no en lo que uno espera recibir. Porque estas son las experiencias que más te van a sorprender. Luego de que me hayan tildado de materialista y muchas otras cosas que no vienen al caso, luego de un viaje en el que aprendí muchísimo sobre otro país, sobre la amistad, y -sobre todo- sobre mí misma, de regreso encontré el amor en un lugar inesperado. Pero el amor profundo, el amor verdadero y sano, no esto del amor de las parejitas y demás. Eso siempre queda afuera y se termina superando de una u otra forma, porque lo que hacemos es unirnos a alguien para sobrevivir.
Esta vez encontré el amor en chicos de entre 12 y 14 años, de condiciones de alto riesgo social, a quienes decidí ir a ayudar una vez por semana. Y saben qué? Son ellos los que me ayudan a mí. Yo les doy mi tiempo, mis escasos conocimientos para que puedan terminar con sus tareas mientras les recuerdo la importancia de tener una formación, y ellos me llenan de una paz indescriptible. Es llegar, esperarlos un ratito, que lleguen a veces discutiendo entre ellos, y que te saluden con un beso y un abrazo. Es retarlos pero con humor porque ya demasiados problemas tienen, es escuchar que te dicen "profe" y querer abrazarlos y morderles los cachetes hasta el fin. Es llevarles la merienda mientras siguen haciendo la tarea, es decirles que dejen de pelearse y se pongan las pilas. Y es aprender... Aprender tanto! Ver el esfuerzo de ellos, de levantarse súper temprano porque viven demasiado lejos, el esfuerzo de no contar con todos los recursos necesarios pero aún así ponerle lo mejor, el esfuerzo de luchar contra sus rebeldías típicas de la adolescencia solo porque saben que al volver a casa su situación puede empeorar cada día más. Es mirarle esos ojos y morir de ternura, a veces ponerme seria para que cumplan con todo... Es querer traérmelos a vivir conmigo cada Martes que salgo del Hogar.
Y es tan genial cuando se descubre su inocencia, cuando no pueden imaginar siquiera que uno también tiene problemas y llora por sentirse solo. Que uno también extraña, que uno también necesita un abrazo para sentirse mejor. Pero cuando te convertís en referente, los valores tienen que ser el estandarte. Y ahí te miran con admiración, ahí quieren ser como vos aún sin saber todas las cosas que te pasaron. Y como la vida es una rueda, también va reapareciendo gente que no esperabas volver a ver.
A veces es todo tan inexplicable como genial, que ni siquiera parece raro que hayan pasado seis años para que volvamos a vernos e ir a fumar faso. Y sin embargo, es casi como antes solo que esta vez no fui yo la conductora, y no fui solo yo la que se puso sensible al mirar las estrellas y recordar lo dificil que es perder a las personas que amamos. Y ahí estaba yo, pensando que un tren me robó una parte de mi vida. Y ahí estabas vos, sabiendo que la laguna te robó una parte de tu vida. Por eso a veces es mejor colgarse con la lechuza que se para sobre el techo del auto, porque si nos ponemos serios hay que pensar en muchas cosas que nos hicieron mal. Por eso mejor caminamos hasta casa hablando de mil cosas, ironizo sobre situaciones de antes y te dejo al borde de las lágrimas hablando sobre temas serios.
Porque como dije hace unos años, y lo sigo corroborando, la vida es un boomerang, y lo bueno siempre vuelve. Porque la lluvia debería llevarse todas las cosas malas, y porque los que ya sufrimos bastante deberíamos tirarnos en el pasto a fumar bajo el sol.
Porque aunque hayan pasado muchos años, por fin le encuentro sentido a esta canción.

Ahora sí, al mismo lugar, cada martes .