sábado, 31 de marzo de 2012

Live .

Quiero que me acompañes otra vez a ver el sol,
y que no importen las horas que pasan, que no te importe nada.

Después, no me vengan con que no era lo que esperaban, que no querían que fuera así, que perdón, que disculpame, que no quería que pasara esto, te lo juro y toda la sarta de estupideces cuando uno llega al extremo. Entre la cerveza, los puchos, la música y la situación en sí, no sé con qué me quedo. Sí, lo sé, con mi consumismo, hoy realicé dos compras de la hostia, qué felicidad en bolsas, y con etiquetas. Caminé, caminé rápido mientras escuchaba música, y ahora saldría a correr, hasta capaz que lo hago, es lo mejor cuando la cabeza no te deja en paz, corrés, hasta que te das cuenta que no tenés a dónde ir y volvés a dormir, a menos que decidas compartir el colchón con un linyera, claro está. Si fuera a hablar con una señora le pediría de trabajar sobre mi problemita con la cuestión del abandono, pero mejor me quedo con esta música de mierda y los puchos, basta de gastar dinero en falsos consejos. Nada, básicamente eso, no me jodan con lo que hago o dejo de hacer.

Si puedes abrazar, gritar y sonreír, aún tú haces falta aquí .

viernes, 30 de marzo de 2012

Yellow .

Leería esta entrada con esta canción, pero es solo una recomendación.

Look at the stars, claro que sí, y a veces me planteo que es todo tan enquilombado en este mundo que nunca se sabe a dónde iremos a parar. Por momentos me veo llena de proyectos, pero cada tanto me digo que no van a ser suficientes para lograr la vida que quisiera tener. Tal vez por tener muchas pretenciones, tal vez por vivir en un momento en el cual para sobresalir tenés que cagarte en el otro, tal vez por no saber pensar una buena jugada. En fin, tomar decisiones no es sencillo, pero es necesario. Saber elegir es lo que cuesta más, dicen, y más allá de los resultados, creo que tener la posibilidad de elegir es lo que debe hacernos sonreír. Más allá de que el resultado pueda ser positivo o no, hay que ponderar esa libertad que en algún aspecto todavía conservamos. Aunque como siempre dije, nuestra libertad es demasiado relativa. Pero en fin, la tenemos en cierta medida, así que a no quejarse y hacer uso de ella lo mejor posible. Tal vez pretendo demasiado, como suelo repetirme, muy poca gente en sus veintidós años está parada donde yo logro estar hoy, con todas esas experiencias gratas y no tanto adentro. Conocer, vivir, experimentarlo, eso es. Y si el mundo terminara realmente este año, irse convencidos de que hicimos lo mejor, de que intentamos ser felices, sin descuidar propósitos, porque tampoco uno en el afán de ser feliz va a vivir levantándose a las dos de la tarde para fumar y tomar una cerveza, o un fernet, lo que fuere, me refiero a la vida de vago y mantenido que siempre repudié. Aprender, conocer, entender y ayudar, este último ítem ha cobrado gran importancia recientemente. Me importa que los demás estén bien, más allá de mis teorías y pensamientos un tanto fachos, hay personas, humanos y situaciones con las que me interesa contribuir. Porque entendí lo que pasó, y lo que sigue pasando lamentablemente, porque nos gobierna la ignorancia y en eso debo decir que no supimos elegir, que seguimos pensando con la panza y no con la cabeza. Pero no importa, es desde mi juventud y mi pasión que se debe generar el cambio, es desde esta pasión que uno va a caer pero entonces se va a poder levantar más rápidamente, es con esta pasión con la que uno decide y sigue avanzando. Sabias palabras que nunca olvidaré, gran charla que me genera muchos replanteos hoy y que condiciona mi manera de percibir la realidad. Dentro de un mundo capitalista, es difícil que no nos gobierne lo material, que no triunfen los intereses materiales sobre los espirituales, pero creo que si se logra un mediano equilibrio todo tiene que funcionar más que bien. A nivel relaciones, lo que haga bien, el resto se descarta y ya, nada que nos perturbe  la mente, ni el corazón. Energía positiva, para eso estamos acá, hay que hacer algo, hay que dejar una huella para lo que sigue, porque en caso de terminarse este mundo, otro vendrá y lo que demos quedará, será también lo que recibamos, por lo que debemos estar atento a esas cosas, muy, muy atentos. Entender, o aceptar tal vez, que lo que hoy nos fastidia o nos cuesta entender puede ser lo que haga que en un futuro estemos mejor, con nosotros mismos sobretodo, porque esa es la clave para el verdadero cambio. Por eso insisto en la necesidad de conocerse, de adentrarse e involucrarse, que dar puede ser mucho más gratificante que recibir, y que dando es como todo empieza a tomar el curso que necesita. Confiar, compartir, abrirse al otro, desde uno y para el otro, para entender lo que pasa y lo que nos pasa, para no quedarnos afuera y sentirnos solos. En fin, respirar hondo y aguantar los malos tragos, que proyectando siempre, siempre puede venir algo mejor.

They shine for you .

miércoles, 14 de marzo de 2012

Triunvirato .

Allá lejos, lejos. Casi tanto como el lugar al que me llevan estas canciones. Como viajar en el 127 a las dos de la mañana escuchando Born this way mientras esperábamos que nadie, nadie nos robe ni se nos acerque. Como cuando creíamos que todo podía ser diferente, probablemente porque seguíamos buscando un superhéroe en vez de hacernos cargo de nuestros propios problemas. Cuando todavía las ideologías políticas no tenían tanto peso y parecíamos coincidir en otras tantas. Como esas largas noches escuchando toda esa música de mierda mientras fumábamos y yo, con pequeñas dosis de realidad, intentaba derribar ídolos de la infancia. Como cuando los demás se ocupaban y preocupaban por verme bien, cuando la idea de la Secta Thing 2 era mucho más que una idea. Como cuando hicimos el tatuaje con fibra indeleble en la hora de morfo, como cuando salíamos a fumar porque esa clase era un embole, y como cuando rulitos nos hacía enojar, porque para nosotros siempre se llamó de esa manera. Como cuando tenía ese reducido grupo al cual no podía ocultarle absolutamente nada, cuando juntarse un domingo a las nueve de la mañana en Liniers para filmar un video parecía sumamente normal. Como cuando las meriendas eran en compañía de la soledad y unas ricas magdalenas, cuando la dieta era a base de speed y pastillas prácticamente. En fin, como cuando todo era un quilombo pero un quilombo hermoso, y las mañanas de los viernes venían acompañadas de abrazos. Allá, lejos, cuando todavía no era más que una simple diseñadora en una revista y el ►Pro no era más que el partido al cual admiraba y seguía a morir. Porque ahora, ahora es mucho más que eso, todos lo sabemos. El palacio legislativo se convirtió en mi segundo hogar, donde tengo una familia a la cual a veces me dan ganas de matar pero sin la que todo este cambio que se vino hubiera sido imposible. Porque crecí mucho y me queda aún mucho más por crecer, y porque todos los días aprendo algo nuevo, gracias!

Hey, llamame algún día .

jueves, 8 de marzo de 2012

Far away .

Hace dos días, regresando muy tarde del trabajo con una bolsa llena de ropa, me sentía feliz. Era tarde y el día había sido agotador, pero volvía a recordarme que tengo oportunidades que nadie tiene, cosas inesperadas que aparecieron como en una gran avalancha, tal vez un cataclismo positivo -si es que eso existe- en mi vida. Y hoy de nuevo, cuando uno ocupa determinado rol y ya no tiene que observar sino evitar ser observado, o tener el grado necesario de atención, lo que bien me dijeron en esa frase que no olvido: no derrapar. Cuando antes miraba a todos con los ojos bien abiertos, ahora se puede jugar un poco más al idiota que no ve nada para que sean los demás los que se acerquen, qué bien. Recordé la charla cargada de optimismo que había tenido hace menos de un mes, y luego una charla con una amiga que hizo referencias a cosas muy similares sobre determinadas características de mi persona. Bien, viernes, ahora siempre es viernes, sí. Después vuelve el mal humor eh, pero ahora celebremos este momento. Festejemos existir, y festejemos tener este trabajo, ya que hoy me sacaron sangre e hicieron demás estudios pertinentes. La Ciudad nos une, o todavía tienen dudas?

Fidelidad .

domingo, 4 de marzo de 2012

Cosmos .

Era un mundo paralelo, claro que sí. Entre la champaña y los ojos bien abiertos, como anonadados, y la boca en esa expresión de estar viendo algo totalmente nuevo. Como quien se maravilla ante la nada misma, o ante un mundo completamente nuevo, todo un universo desconocido. El lujo, la vulgaridad y la misma marca de puchos, la cuestión siempre será no derrapar. Cada tanto miro y encuentro todas esas cosas a las que renuncié alguna vez por confiar en algo mejor, que después no resultó pero bueno, lo que uno cree siempre tiene peso. ¿Y precio? Cuál es el precio de lo que es cada uno, gran dilema. Cuál es el precio de tus ideas, cuál el de tu moral... Aunque ya sabemos que la moral, es algo muy relativo, sobretodo en este ambiente. En determinadas situaciones no hay moral que valga, o en todo caso, es la de la defensa propia. En fin, prometo a más nadie que a mí mismo leer el Martín Fierro, y tratar de pensar un poco más cada una de las decisiones que deba tomar de aquí en adelante. A veces la ternura es un problema, otras tantas una gran virtud. Lo único que jamás voy a comprender es en qué momento el mundo se volvió tan egoísta, tan a contra mano, tan pendiente de los intereses propios. No puedo pactar con sangre nuestro final, o al menos eso no quiero ahora, se intenta superar determinadas etapas de la vida. Y de nuevo llega ese momento en el cual uno no sabe si efectuar un llamado telefónico que le cambie la vida, buscar otro intento de conversación coherente o simplemente dedicarse a su marca y luego dormir, que el cuerpo tiene poca fuerza ya. En fin, sean felices pero intenten pensar en el otro, y piensen el temita de los precios, eh? yo últimamente no dejo de replanteármelo.

Yo no puedo seguir con este juego, no quiero morir de nuevo mil veces .