martes, 12 de octubre de 2010

Revista.

Okey, no quería dejarlo colgado, estamos de acuerdo. Con todo esto de los chilenos, dios mío, cuántas cosas. No les deseo el mal, a nadie se lo deseo porque somos hermanos, pares, etc. Pero sinceramente desde mi lugar veo que no conocen el escarmiento, estuvieron en el verano como protagonistas gracias a un terremoto, víctimas totales, con ciudades devastadas y grandes cantidades de muertos, en fin, todos los problemas que esto trae aparejado. Y sin embargo, no les es suficiente y siguen maltratando a la naturaleza, jugando como si fuera un cubo para niños, es ciertamente increíble. Ya se corrió el eje de la tierra, se sigue corriendo, pero parece que no les es suficiente y siguen tirando de la cuerda. Entonces bien, cuando el eje se zafe por completo y terminemos de hundirnos mis queridos condiscipulientes, no podrán quejarse. Porque están avisados, hay poca gente que lo advierte pero la hay, y es la naturaleza misma la que hace años nos está diciendo stop. Habiendo cumplido con mi objetivo me retiro entonces, estaré ocupada en un curso de meditación que decidí comenzar, me siento feliz por eso.

Saluda atte. V.M.Merock.

lunes, 11 de octubre de 2010

Esquimal.

Todos formamos parte de una sociedad completamente materialista y cada vez más consumista, de hecho me hago cargo de haber (mal) gastado dinero en cosas sin sentido, preocuparse por las modas y querer tener siempre lo último, lo que se considere tendencia. Y sin embargo, ¿qué? Sin embargo, nada, no somos nada, no tenemos nada, y nos vamos a morir de la misma manera. Nos merecemos esto, y nos merecemos mucho más aún, cosas muy malas por habernos comportado de semejante manera, ya saldaremos cuentas, es por eso que pienso que quizás no sea buena idea traer un hijo a este mundo. Nuevamente la misma pregunta de entradas anteriores: ¿en qué nos convertimos? o al menos deberíamos intentar ver qué somos y qué sería lo que queremos ser, me cuesta pensar que esto sea lo mejor. En eso nos convertimos entonces, en modelos fabricados que vamos todos pretendiendo seguir una misma línea, una misma tendencia, que en definitiva terminan por ser todos iguales y por si esto fuera poco, de malísima calidad. Estamos así porque nunca nos detenemos a contemplar el cielo, a agradecer que aún salga el sol, nunca intentamos mirar más allá, y somos muy pocas las personas que aunque sea cada tanto contemplamos la inmensidad del cielo conteniendo las estrellas, y preguntándonos cuándo vendrán por nosotros. Cada día más fríos, cada día con una mirada más superficial, menos sentimentales, menos comunicados, más alejados... En fin, cada día más esquimales.

Adelante .

domingo, 10 de octubre de 2010

Improvisado.

A decir verdad tengo tantas cosas para expresar que terminaré por no decir ninguna ahora y recurrir a medios alternativos para intentar despegarme de ciertas cuestiones. Lo concreto es que no sé bien para dónde salir, como siempre en realidad, usted sabrá que estas situaciones nunca se sabe bien dónde terminan, probablemente porque tampoco es certero el lugar, momento o contexto en el que surgieron. Así que acá estamos entonces, procuraré no caer en la desesperación, y mientras tanto todo seguirá avanzando, probablemente sin mi control. Improvisamos entonces? Dale, tengo algo de experiencia en esto, te diría unos... 21 años? Eso creo.

Naranja es una fruta.

sábado, 9 de octubre de 2010

Charquito.

Paciencia. Justo en los momentos que creo que voy acercándome a lo que tanto me interesa, algo malo sucede. Es increíble, yo no sé si me lo hacen a propósito, si es mala suerte, o si son tan solo más pruebas para ver si estoy preparada para irme a vivir allá, convertirme en una de ellos y entonces ya nunca regresar a este lugar, o tal vez sí, pero en busca de otros y no como parte de la Humanidad. Me estoy refiriendo a los venusinos, por si usted mi querido lector no llegó a entender del todo. Yo quiero vivir con ellos, hermosa existencia si las hay, excelente organización e increíble sabiduría. Ahora volvamos a lo nuestro, los tropiezos, jamás caídas. Resulta que uno de a poco va intentando derribar el árbol, en algunas ocasiones se da cuenta que muy de a poco lo va logrando y eso lo hace sentir satisfecho, hasta que llega el factor desencadenante que entonces termina poniendo a uno a prueba. El día de hoy fue clave en este sentido, logré ser puntual, tolerante, servicial e incluso buena onda. Eso en el lapso entre las siete y media de la mañana y la hora del mediodía, a decir verdad, venía en óptimas condiciones. Superé una situación que en un principio no quise enfrentar, me acerqué, la observé, la pensé y también fui capaz de charlarla. Luego me empezó a invadir un poco el malhumor, a quién evité con buena música, tabaco y naturaleza, pero ya más tarde me dieron demasiadas ganas de dormir y desde que me desperté fui otra persona. No podía, no tenía chances de ser la misma que había sido horas antes. Decidí aislarme un poco, siempre considerando no afectar algunas relaciones que venían muy bien hasta el momento. Pero más tarde, primero una cosa, y después la otra, aunque a decir verdad fueron bastante simultáneas. No puedo evitarlo, si bien intento ser tolerante, entender que no todos somos iguales ni poseemos las mismas capacidades, hay cosas que me exasperan por demás, y es ahí donde uno ya no puede hacer nada, aunque ahora que me doy cuenta, no pedí ayuda a mi Madre Divina. Es inevitable sentir decepción por las actitudes de algunas personas, me resulta increíble la forma en la que se mueven, en la que actúan, como si nada pasara. No me estoy victimizando ni mucho menos, errores cometemos todos, pero me parece que a esta altura hay cosas que son prácticamente imperdonables, de no ser porque estoy en mi trabajo espiritual y deseo salvarme. La gente que debería involucrarse se queda ahí como si nada, hace su vida, la pasa de lo mejor sin importarles los demás, obviamente porque no lo necesitan en ese momento, porque de lo contrario, todo el mundo se interesa y se acerca; lo que vulgarmente se conoce como "por interés baila el mono". En fin, no voy a negar mis defectos ni renegar de los de los demás, pero sí necesito expresar mi fastidio hacia ciertas situaciones. Calma ante todo, meri, vamos por más. Y en segundo lugar quiero comentar acerca de las personas que se involucran donde no tienen absolutamente nada que ver, esas cosas que funcionan entre un par de personas y cuando querés acordar ya son más de diez hablando, opinando y encima desordenando vidas ajenas. Lo vengo viendo desde hace tiempo, pero en abundante crecimiento, una situación realmente abismal. Pasa en pequeñas cosas, en otras de mediano interés o que en definitiva a uno le molestan pero termina pensando que ya fue, y lo peor es realmente cuando pasa en cuestiones más personales y entonces acaba por convertirse en un enorme problema cuando en realidad era una simple cuestión que a nadie afectaba. Concluyendo diría entonces: mediocres, vivan sus vidas.

Y no saltes, que no hay charquito .

viernes, 8 de octubre de 2010

Estancamiento mental.

Muchas veces siento que la gente me mira porque la inquietud de mis ideas genera un ruido que tal vez salga desde mi cerebro, sobretodo cuando voy en el bondi por las mañanas, escuchando música y observando situaciones. He deseado poder quitarme la cabeza tantas veces como puedan imaginar, pero sin embargo cada vez me convenzo más de que no existe mejor cosa que tener ideas todo el tiempo. Que se te ocurran cosas, así, de la nada, que los demás te miren incrédulos por las cosas que decís, no importa, no es realmente la cuestión. Hoy por ejemplo, realicé la mitad del viaje o más de pie, y cuando por fin pude sentarme saqué el adorado libro y me puse a leer acerca de la vida en Venus. De inmediato, la muchacha que estaba sentada a mi lado miró, porque nadie en esta vida ha podido sobrevivir sin ser chusma, pero en este caso a esa característica se le sumó la poca discreción de la chica, quien se volvió sobre el libro como si estuviera viendo una papa con un sombrero. Yo la miré, apoyé mi mano en la hoja que no estaba leyendo, y continué con mi lectura, mientras ella miraba por la ventana y cada tanto echaba un vistazo al libro. Yo, que justamente iba leyendo acerca de la Humanidad y esas cuestiones, no me enfadé ni nada por el estilo, porque cada día intento comprender más que no todos acceden al mismo nivel de conocimiento, y es por eso que tampoco debo enojarme con las personas que intentan copiarse de mí o les gusta inventar historias. Claro que no, porque en realidad uno debe tener compasión dado que ellos no conocen nada acerca de la Humanidad, y es por eso que siguen pretendiendo creer acerca de la muerte, sin pensar que en realidad, esta es la verdadera muerte, de la que todos deberíamos intentar salir. En fin, tampoco es mi intención cargar de teorías propias una reflexión sobre temas cotidianos. Gracias a mi astral pude descubrir también que un profesor al cual admiraba oculta algo, y que no es tan genial como yo creía, no recuerdo del todo qué fue lo que pasó, pero recuerdo perfectamente cómo me sentí, tanta desilusión que entonces ya sé que no es una persona de fiar, porque la conocí en la quinta dimensión.
En definitiva, a lo que quería llegar, era a este tema de poder escapar del estancamiento mental que produce todo esto que nos toca vivir, tanta gente, cada uno metido en su pequeño mundo, incapaces de ver la realidad. Ayer por ejemplo, mi hermano me dijo que una persona era tan insignificante en su vida "como esta tapita de coca" tomando con la mano la tapa de la botella de gaseosa. Justo cuando iba a surgir una gran discusión me propuse dejar el tema para plantearlo hoy en la entrada, y la verdad es que el comentario que hizo este hombre me hizo sentir aún más que la Humanidad está completamente perdida. Él se refirió despectivamente, y sin embargo, esa tapita, como la llamó, tiene toda una historia encima, trae consigo todo un contexto y una carga teórico-emocional que seguramente la mayoría ignoramos. Entonces, salvando las distancias, si bien no pretendo que nadie se detenga a pensar la importancia que tiene en su vida un elemento, sí pido que se preste especial atención a las pequeñas cosas, a los minuciosos detalles, porque es ahí donde se encuentra la clave de la mayoría de las cuestiones que nos quitan el sueño. En conclusión digo que, por el bien de ustedes, no se permitan caer en el estancamiento mental, porque es sin duda, un gran mal de esta época.

Viva la revolución !

jueves, 7 de octubre de 2010

Roca.

Año dos mil diez, aquí estamos. Bastante extraño viniste, pero no llegaste a sorprenderme aún. Tampoco voy a juzgarte, sos tan solo parte de un juicio sintético a priori al que solemos referirnos con el nombre de tiempo, y al parecer estás acá para organizar un poquito más nuestra existencia. No sé qué tan lejos quedó aquel primer contacto que tuve con esta vía del no ser, así llamada por Parménides, pero no hay dudas de que estuve aquí muchísimas veces y que estoy acá porque me falta aprender todavía. Me gustaría tener recuerdos de la época de la Conquista de América por ejemplo u otros acontecimientos, pero bueno, sé que algún día accederé a ello, mientras tanto intento seguir con las prácticas de desdoblamiento astral y lo que la Humanidad llamaría muerte, tan solo por no seguir el mismo camino que los demás. Ya me haré un tiempo para discutir con algún supuesto ser superior acerca de algunas cuestiones, pero ahora quiero concentrarme en esto. Decía entonces, dos mil diez, GPS, celulares, televisores, autos, y cualquier tipo de tecnología que parece ser que nos soluciona la vida. Moda, ropa, accesorios, música e ideologías, y sin embargo, esto es lo que somos. Me cabe preguntarme en qué nos convertimos, dado que veo que muchas personas viven inmersas en una burbuja pretendiendo que todo esto es sensacional, que nada podría ser mejor. Sin embargo, yo me planteo: tanta tecnología, tanta medicina, tantos abogados, tantas leyes, tantas teorías y tantas cosas que nos rodean, ¿para qué? Para ser esto, seres sumamente egoístas, cada vez más (in)comunicados por los nuevos medios, tantos supuestos avances y sin embargo nadie pudo terminar con ninguna catástrofe, nadie pudo terminar con la soledad, el hambre ni la guerra,  por sobretodo las guerras que hay dentro de cada mente. Los (mal)llamados científicos, entre teorías, tubos de ensayo y criaturas extrañas, falsas creaciones, todos ellos sin embargo aunque sea muy en el fondo saben que nos están destruyendo, peor aún, que se están destruyendo a ellos mismos, pero allá van entonces, sin saber por qué hay que llegar... Solo queda una gran duda en mi interior: ¿será eso progresar?

El mal llamado progreso, viva el árbol de la vida!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Inactivo.

Hoy fue uno de esos días en los que no terminé de entender dónde estaba, aunque ya es moneda corriente. Primero el viaje en colectivo con el nauseabundo olor y toda esa gente amontonada, qué bueno que alguien haya inventado las ventanillas y los dispositivos de música portátiles, rápidamente pude escapar. Después llegué, subí, y no hubo tiempo para el tabaco matutino, pero esta vez la demora no había sido mi culpa. La de Mora, como rezan varios graffos en la Ciudad. Fue uno de esos días en los que me duermo sentada sin darme cuenta, y el desdoblamiento astral se produce a una velocidad increíble, aunque inconscientemente. Luego bajé un piso para ir al aula del práctico, con mis compañeros de grupo que se suponía que hoy exponíamos un trabajo práctico que terminó por parecerse más a una conferencia de prensa acerca de consideraciones personales. Y eso estuvo bueno, aunque ahora me está afectando el pánico escénico, cosa que antes jamás hubiera podido entrar en mi vida, pude expresarme con claridad y exteriorizar mi teoría acerca de la subjetividad, los puntos de vista y las no vivencias de los relatos. Claro, tengo que ir ensayando para cuando hable sobre mi libro, pero eso va a ser mejor porque va a estar escrito por mí y entonces no tendré que ponerme detrás del cristal de un tercero, cuarto o decimoquinto sujeto que está cargando con sus experiencias anteriores  una narración. Muy bien, muy bien. Horas más tarde en el ascensor del edificio donde trabajo, me encontré con una señora que me hizo pensar todavía más en la situación del país, la pobreza y por sobretodo la dignidad, creo que me abrió un poco el corazón hasta que subí al sexto piso, me encontré con José, mi jefe, que estaba de excelente humor como siempre y nos pusimos a discriminar gente, además de que me dijo que le recuerdo a una modelo cuyo nombre no diré. No problem, como dice él... Creo que estoy feliz por formar parte de ese equipo.

Treinta y cuatro millones.

martes, 5 de octubre de 2010

Fiesta.

Es increíble la situación en la que se vive. Me desespera, y por suerte todavía no me tocó de cerca. Es insostenible ya la forma en la que nos toca vivir y me resulta imposible creer que quienes nos gobiernan sigan negando la realidad. Me llena de bronca e impotencia sobre todo, el hecho de saber que buscan una sociedad completamente ignorante que vote por ellos tan solo porque pone fútbol para todos o les regala alguna miseria a cambio de un voto. Ya que menciono la palabra miseria, no podría verse mejor acompañada que por la palabra humana hoy en día. Así vivimos: rodeados de miseria humana entonces. Creen que el país creció, creen que bajó el desempleo y la inseguridad, y sin embargo cada vez veo más gente durmiendo en la calle, y todos los días muere al menos una persona por causas relacionadas con la inseguridad. Pero claro, imagino que con la familia rodeada de custodios y dentro de la quinta de Olivos esto no debe ser tan grave. De todos modos me incita a preguntarles a ellos, qué es lo que hacen pagando custodios y seguridad personal si la situación en la calle es tranquila. ¿O será que ellos también tienen esa sensación de inseguridad que todos bien sabemos que es mucho más que eso? Las cosas no se exageran, esto parece un western, todos contra todos, y que viva quien menos lo merezca a juzgar por los resultados. Hay tanta, pero tanta ignorancia en la gente que sinceramente no se me ocurre una solución, son demasiados y ya son grandes, por este mismo problema también se han multiplicado y entonces ya se va convirtiendo en una especie de plaga, sin intención de discriminar a nadie. Se invierte en estupideces, se implementan planes sociales que solo le dan dinero a personas por no hacer nada, pero nadie invierte en educación, a nadie le importa la cantidad de chicos que hay que no van al colegio, tampoco les importa el estado de los colegios, los sueldos docentes, etc. Argentina país generoso dijeron alguna vez, ya lo creo que sí, muy generoso diría yo, para que haya en el poder semejantes buitres.

Autogestión :)

lunes, 4 de octubre de 2010

Minianimalismo.

La cosa es así entonces: no, no sé cómo es. Pero como que bueno, más o menos podemos tener una rara intuición acerca de cómo funciona. No, tampoco, pero sí puedo decir que hay cosas que así no funcionan. Es como cuando vas a la facultad, (mal) gastás  dinero en tu fucking proyecto y solo te sirve para saber que de esa manera no estaba bien, que eso no te llevará a un buen puerto. Dícese de quien saca las cosas por descarte entonces. Ahora que menciono esto, me acuerdo de una clase cuando iba a octavo, lo que ahora sería segundo de la E.S según el sistema, y bueno... Ah sí, eso, conocimos al muchacho este, Descartes, y yo pregunté si tenía algo que ver con esta cuestión pero me dijeron que no. La despedida, la bienvenida al año nuevo, esto sería algo así como lo de los principios y finales, pero un poco más allá. El envase de la crema esta, la que se supone que te soluciona los problemas de la vida, dice Director Técnico. Macanudo, cada vez entiendo menos. De todos modos, me referí mal a ella, no existe solución a los problemas de la vida, excepto un par de salidas de emergencia pero además de soluciones son causa de los problemas. Salidas de emergencia, como uno de los capítulos de mi libro. A propósito, estoy escribiendo un libro, excelente, excelente.

Yo estoy en el más acá.

Binoculares.

Si alguna persona pudiera o pudiese acercarme un GPS para saber dónde me encuentro, lo agradezco infinitamente. Luego les paso una casilla que no sé bien cómo se llama, pero es algo de CC y un número. Qué ignorancia, haber creído que era una falsa dirección. En fin, cosas que pasan. De todos modos sería bastante monótono y aburrido, tal como mencioné ayer en una excelente tarde, "se necesita adrenalina, suspenso, etc". Claro está que, en una pequeña ciudad también conocida como pueblo de mala muerte, el tema del suspenso queda bastante reducido. Sí puedo jactarme, sin embargo, de que al parecer por primera vez en mi existencia estoy haciendo las cosas desde otro lugar. A la gente le gusta hablar, como siempre digo, y entonces uno tiene que buscarle la vuelta para que esos comentarios que luego están en boca de todos resulten graciosos e incluso sin sentido. Dicen haber visto cosas que jamás sucedieron, he aquí la gran mediocridad y esa inevitable necesidad que tienen de intentar vivir la vida de los demás. Hago lo que quiero hacer, o lo que considero que es lo mejor, sin importarme figurar o llamar la atención de los demás. Desde que tengo memoria la gente se fija en lo que hago y dejo de hacer, y a decir verdad eso influenció varios años, hasta que ahora, habiéndome ya alejado de esa ciudad entiendo que es todo muy propio de aquellos lugares, aunque esto tampoco justifica la cuestión. Creo que el hecho de pasar menos tiempo allá me hizo comprender un poco más todo este tema, tiene mucho que ver con la (in)madurez de cada uno. Y no me estoy refiriendo a edades, sino a las experiencias que posean las personas. Estaba en lo cierto mi hermano cuando dijo ¿Qué querés? Es gente que nunca salió de ahí... Pero la realidad es que a nadie le importa lo que siente el otro, justamente por eso es que salen a hablar. Y no voy a jactarme de no haberlo hecho, porque somos humanos y una de nuestras más grandes características es el hecho de juzgar todo, pero me parece que se pueden establecer límites, fronteras. Y a esto quería referirme, sobretodo al tema de hacer las cosas por uno mismo, y no para llamar la atención de los demás. Cuando algo es real, en serio, lo que menos buscás es llamar la atención. Y es justamente ahora que puedo asegurarlo, separar un poco las cuestiones privadas de las demás, y si aún de este modo siguen hablando -que de hecho lo hacen- simplemente compruebo lo importante que soy para todos ellos. Adelante comandante entonces, rockeala merock.

Amarillo 30%

domingo, 3 de octubre de 2010

Pingüino.

Me encanta saber que nada de lo que vivimos es real, aunque a veces es eso mismo lo que me agota y necesito decir basta ya. Ayer casualmente, en una pequeña charla surgió el tema de que la vida simplemente se vive, en relación a que no se piensa, proyecta, razona o comenta. A lo que  yo también acoté que, por el contrario, ningún relato se vive. De ahí entonces surgen varias discusiones de varias corrientes filosóficas o al menos formas de pensar, y creo que sin ir más lejos es ahí donde está mi fundamento. Si no todos tenemos las mismas vivencias, ni somos de la misma corriente filosófica, nuestra carga teórica no es la misma, etc., ¿cómo vamos a vivir un relato? Se vive la vida, se vive el momento, se vive ese acontecimiento. Porque ya cuando se transforme en relato, no será más que eso... un mero relato. Y este se verá cargado de subjetividades por parte de quien lo cuenta y cambios que surgirán a lo largo de la historia en relación al contexto en el que sea narrada. Podrás imaginártelo, intentar ponerte en la piel del personaje, pero nunca vas a vivir ese relato, esa historia. Como siempre, no quiero extenderme demasiado en cosas que a nadie sumen, pero creo que al momento fui bastante clara y concreta en cuanto a mis hipótesis para afirmar este tema de vivir, o no vivir.

Gracias, vuelvan pronto.

sábado, 2 de octubre de 2010

Instrucciones.

Por empezar, quiero aclarar y comentar que en mi casa me discriminan por ser fumadora, pero en realidad está todo genial porque yo sé que no quiero cambiar. Hoy tuvimos una especie de charla sin sentido de esas que a mí me encantan pero que los demás no llegan a disfrutar tanto como yo. En mi aislado momento tabacalero, consideré varios pensamientos de esos que siempre vuelven a mí, hasta que para salir de eso imaginé de inmediato una extraña situación en la que alguien me pedía que le enseñara a fumar. No, querido... Esto no es así. De acuerdo, no puedo caer en la mediocridad de la autosuficiencia de pensar y decir que uno no necesita de alguien que le enseñe, pero sí creo poder expresar que uno no necesita de alguien que posea un método de enseñanza o que intente que uno sea capaz de aprehender determinado conocimiento o habilidad. ¿A dónde vamos, entonces? Quiero decir que me parece mucho más fructífero cuando un conocimiento es adquirido a través de la experiencia y por voluntad propia, y no por obligación o inercia social. Si vamos al caso, habiendo ya terminado el colegio puedo decir que me dio una base de cultura general pero que en realidad lo que más aprendí fue porque lo busqué yo misma, por mis propios medios. De la revolución mexicana por ejemplo, no recuerdo haber hablado en ninguna clase, y sin embargo a través de alguna canción hoy puedo decir que tengo idea acerca de eso. Y así con todo, mayormente aprendemos de modelos, pero no de lo que los demás quieren que aprendamos. No aprendemos a caminar porque alguien nos dice que un pie va primero que el otro, sino luego de observar a los demás y experimentar con cientos de golpes antes de lograrlo. ¿Por qué gateamos entonces? Por una cuestión de equilibrio seguramente, pero también porque en la carga teórica de cualquier persona existe un animal, además de que podría agregarse el hecho del alma del recién nacido, etc. Podría citar de esta manera muchos ejemplos pero no es la idea, ciertamente quería expresar mi afición a los conocimientos aprendidos a través de la experiencia y la observación propia, dado que de esta manera estaríamos también evitando la cuota de subjetividad que aporta la persona que explica o pretende explicar algo. En fin, no podría enseñarle a fumar a nadie.

Feliz año nuevo :)

viernes, 1 de octubre de 2010

Caja baja.

Creo que de apoco empiezo a entender por qué un tema tiene la capacidad de colgarme tanto, y esta vez no tiene tanto que ver con el hecho de que yo suelo ser colgada. Se refiere a errar sobre los sueños, acabar con este cielo, y cuanto más la escucho, más la voy pensando, más me voy alejando... Comienzo a pensar entonces en la cantidad de errores que he cometido y los que sin duda voy a cometer, aunque en realidad este no sería el problema central. Sin embargo, es inevitable darme cuenta y plantearme que nunca aprendo de los errores. Y ahí voy de nuevo, siempre metiendo la pata, una y otra vez, en distintos contextos, es cierto, pero los mismos errores. Tengo tanto poder sobre tu suerte que me aterra, dice más adelante, he aquí un gran dilema sin fin. Es inmensa la responsabilidad que tenemos sobre las personas que nos rodean, obviamente refiriéndome a quienes nos quieren y les importamos, no a cualquier don nadie que transita cerca nuestro por la vida. Sé que muchas veces he perjudicado, y entonces ya no puedo juzgar a quienes me perjudicaron. Pero entonces, ¿cuál sería la solución? ¿Quedarse solo? Claramente no, nadie quiere a la soledad, aunque si vamos al caso todos terminamos teniéndola en mayor o menor medida, pero finalmente terminamos con ella. Creo que de hecho, muchas veces erramos y terminamos solos justamente por querer escapar de la soledad; lo peor de esto sería cuando llega ese momento en el que aún estando rodeado de muchísimas personas te sentís solo porque no hay nadie que pueda llenarte tal como lo necesitás, pero de eso pienso hablar en otro momento. En fin, como siempre terminé desvirtuando bastante el tema pero creo que tiene cierta relación así que no está tan mal, y a decir verdad tampoco es un tema que esté cerrado o resuelto dentro de mi cabeza. Lejos estamos de eso.

José Coca-Cola no te lo compra ni fumado .