viernes, 8 de octubre de 2010

Estancamiento mental.

Muchas veces siento que la gente me mira porque la inquietud de mis ideas genera un ruido que tal vez salga desde mi cerebro, sobretodo cuando voy en el bondi por las mañanas, escuchando música y observando situaciones. He deseado poder quitarme la cabeza tantas veces como puedan imaginar, pero sin embargo cada vez me convenzo más de que no existe mejor cosa que tener ideas todo el tiempo. Que se te ocurran cosas, así, de la nada, que los demás te miren incrédulos por las cosas que decís, no importa, no es realmente la cuestión. Hoy por ejemplo, realicé la mitad del viaje o más de pie, y cuando por fin pude sentarme saqué el adorado libro y me puse a leer acerca de la vida en Venus. De inmediato, la muchacha que estaba sentada a mi lado miró, porque nadie en esta vida ha podido sobrevivir sin ser chusma, pero en este caso a esa característica se le sumó la poca discreción de la chica, quien se volvió sobre el libro como si estuviera viendo una papa con un sombrero. Yo la miré, apoyé mi mano en la hoja que no estaba leyendo, y continué con mi lectura, mientras ella miraba por la ventana y cada tanto echaba un vistazo al libro. Yo, que justamente iba leyendo acerca de la Humanidad y esas cuestiones, no me enfadé ni nada por el estilo, porque cada día intento comprender más que no todos acceden al mismo nivel de conocimiento, y es por eso que tampoco debo enojarme con las personas que intentan copiarse de mí o les gusta inventar historias. Claro que no, porque en realidad uno debe tener compasión dado que ellos no conocen nada acerca de la Humanidad, y es por eso que siguen pretendiendo creer acerca de la muerte, sin pensar que en realidad, esta es la verdadera muerte, de la que todos deberíamos intentar salir. En fin, tampoco es mi intención cargar de teorías propias una reflexión sobre temas cotidianos. Gracias a mi astral pude descubrir también que un profesor al cual admiraba oculta algo, y que no es tan genial como yo creía, no recuerdo del todo qué fue lo que pasó, pero recuerdo perfectamente cómo me sentí, tanta desilusión que entonces ya sé que no es una persona de fiar, porque la conocí en la quinta dimensión.
En definitiva, a lo que quería llegar, era a este tema de poder escapar del estancamiento mental que produce todo esto que nos toca vivir, tanta gente, cada uno metido en su pequeño mundo, incapaces de ver la realidad. Ayer por ejemplo, mi hermano me dijo que una persona era tan insignificante en su vida "como esta tapita de coca" tomando con la mano la tapa de la botella de gaseosa. Justo cuando iba a surgir una gran discusión me propuse dejar el tema para plantearlo hoy en la entrada, y la verdad es que el comentario que hizo este hombre me hizo sentir aún más que la Humanidad está completamente perdida. Él se refirió despectivamente, y sin embargo, esa tapita, como la llamó, tiene toda una historia encima, trae consigo todo un contexto y una carga teórico-emocional que seguramente la mayoría ignoramos. Entonces, salvando las distancias, si bien no pretendo que nadie se detenga a pensar la importancia que tiene en su vida un elemento, sí pido que se preste especial atención a las pequeñas cosas, a los minuciosos detalles, porque es ahí donde se encuentra la clave de la mayoría de las cuestiones que nos quitan el sueño. En conclusión digo que, por el bien de ustedes, no se permitan caer en el estancamiento mental, porque es sin duda, un gran mal de esta época.

Viva la revolución !

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