jueves, 2 de diciembre de 2010

Colectividad.

Así vivimos, somos tantas personas, tantos sujetos compartiendo tantas cosas que ni podemos imaginar, desde el mismo cielo hasta el mismo idioma, gustos e intereses. Y sin embargo... cada día más solos. Cada uno metido en sus respectivas tareas, pensando en sus necesidades, oportunidades y gustos. ¿Y si nos detuviéramos a pensar en el otro? Puede ser tan abstracto como la persona que pasa al lado nuestro arriba de un medio de transporte público y nos empuja. Antes me enojaba, me peleaba, contestaba, y miraba con cara de odio... Somos demasiado egoístas, es con eso con lo que quisiera terminar, son infinitos egos moviéndose por las calles, intentando sobresalir sin mirar a los demás. El contexto, la sociedad, las oportunidades... Todos nos cansamos, todos nos enojamos, todos tenemos problemas. Eso es básico, elemental, eso es lo que nos dice hey, estás vivo. La violencia, la mentira, el odio, el hambre, la guerra, las cosas que se dicen, y aún peor: las cosas que no se dicen. Pierdo el sueño, pierdo la cabeza pensando qué hay más allá, y sin ir más lejos... Qué hay acá, dónde vivo, quiénes son de verdad. Me remite mucho a la canción de ska-p: fuera de aquí, no quiero colaborar con esta mierda de sociedad. Claramente, si nos dieran a elegir no aceptaríamos la forma en la que vivimos, pero, es lo que nos toca. Y necesitamos dejar de mirar a los demás y culpar al otro, todo pasa por algo, y de todo se puede sacar lo mejor. De todo se aprende, ¿ cómo que no? Y sin embargo allá vamos una vez más, sin saber por qué hay que llegar. Un título, una familia, una casa, un buen trabajo, dinero, el auto nuevo, la ropa de moda, el lujo... Y en medio de semejante desorden, justamente vos.

1 comentario:

  1. Arriba el mestizaje mi colega.
    El mundo está loco porque eso es lo que quiere el sistema, enloquecernos.

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