Jugado, jugadísimo como intenta ser todo últimamente en mi vida, o no, a veces pienso que lo mejor sería convertirse en un gran, gran cobarde. No sé si me voy de vacaciones en el momento justo o en el peor momento, diría que en el peor y eso hace que me preocupe mucho más por todo, no quería que algunas cosas sucedieran pero en fin, ahora ya está. Diputada, argumente, se me está quedando sin fundamentos. No, el temita del fernet, tremendo, lo de dormir poco lo mismo, lo del café qué se yo, la ducha en dos minutos ya es un clásico, y lo de la combi... Lo de la combi fue fuerte. Es curioso, ¿no? Primero entrar en mi territorio, esas cosas son extrañas, pero marcar territorio es sumamente necesario, en eso coincidimos todos, sino, te pasan por arriba. No sé, vuelvo a sentirme en ese momento en el cual pienso que todo se va a ir al re carajo y yo en un ataque desesperado volveré, correré, y probablemente tampoco tenga sentido. No recuerdo en qué contexto, pero siento que es la segunda vez que luego de discutir mal con alguien y llegar al dolor de panza y demás, al poco tiempo todo parece mejorar. Pues entonces permítanme decir que no entiendo más nada. Sin embargo, me sumaría a unas cenas alemanas, un par de viajes, y en algún momento... ya se sabe, nunca dejaría de buscar mi postal feliz. Estoy preocupada, creo que esa es la palabra. El bbm es la bomba igual, creo que salva a cualquiera, pero solo será cuestión de esperar, que el tiempo decida un poquito a ver qué va sucediendo, y que este dos mil doce de una vez y para siempre nos traiga ese cambio tan anhelado, esa sensación especial y que ya nada, absolutamente nada pueda hacer que desaparezca. Ahora me voy a cantar antes y después y a fumar un pucho, igual me falta Mía, las pantuflas, el fernet, y esa peculiar esquina.
Pañuelo floreado, fondo azul... fashion!
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