Cuando uno no tiene ganas de nada, abandona una materia y se va a comprar zapatos.
Y se hace un piercing, y habla con un compañero de laburo que le tira onda.
Cuando uno tiene ganas de ser feliz, se pone las pilas, se encuentra en Florida
y entonces nos vamos los dos de la mano a tomar algo a Reconquista.
Pero cuando uno es loco y el otro no quiere entenderlo,
todo se puede ir al carajo, en dos segundos o menos.
Apurate ahora, y vení así duermo abrazada.
Ponele onda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario