domingo, 16 de octubre de 2011

Wonderful noches .

Volvimos al dos mil seis mi querido cerebro, solo te pido que me dejes dormir, es necesario.
Tengo pendientes varias entradas sobre diversos temas, pero el tiempo no es mi aliado últimamente, nota mental: trabajar realmente desde casa cuando decido no ir a la oficina, al menos si no quiero estar un domingo hasta altas horas terminando tareas.
Bueno, como le decía mi querido lector, de vuelta en el dos mil seis, aquí estamos, pero a decir verdad esta vez con una energía muy positiva. Probablemente similar a la de octubre de aquel año, pero no recuerdo. Ya volveremos a mi bitácora espacial, bien, bien. Sí, qué tal, no hablo con palabras extrañas, pero sí remarco mucho la x, es cierto, lo reconozco. Y no, no me llamo Leonarda pero coincido en que cuando las orejas predominan ese nombre es meritorio, en realidad algunos peinados lo generan. La altura está bien, sí, sí. Ahora escuchemos atópico mientras nos repetimos el título de la entrada que sienta bastante bien para la ocasión, mientras pienso en todo el tema del combustible, los aciertos, desaciertos, incertidumbre y demás.

Love is in the air . 

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