martes, 15 de mayo de 2012

Religión .

Posta que aunque quiera negarlo, twitter es más adictivo que las galletas de arroz, el té, los puchos y todo eso. Suelo utilizar los TT para reírme de quienes los usan, y lo cómico es que a menudo recibís menciones que no podés creer. Había tenido uno de esos sueños llenos de gente... En una parte le había gritado muy fuerte a mi mamá mientras lloraba y quería salir corriendo hasta casa, pero la culpa no era de ella, es claro que lloraba por otra situación. Ellos se reían, se caían y se reían a carcajadas porque eran felices, son felices. Una fiesta, mi hermano, los amigos, mis compañeros de colegio, mis tacones y el alcohol. De repente me di cuenta que la alarma no había sonado y ya eran las diez de la mañana. Llegué cuarenta minutos tarde, al mismo tiempo que mi colega. Nos llamó el gordito este, qué bueno que el otro día ebria me encargué de decirle a su jefe que era un ineficiente. No te metas con mi trabajo, si no querés que me meta con el tuyo. Luego me pintaron la boca para un video, mientras quedaban más en evidencia mis defectos, nuestro ebrio editor siempre tirando chistes pero con cara de ternura mientras yo me pongo en el personaje serio que no trabaja si no es respetado. La comida, los puchos, las compus y la edición total. Volver a la facu, la siesta en el bondi y la maqueta que no corregí, porque otra vez volvió mi profesor. Y entendí entonces que ese es mi problema; las últimas dos clases anduve bien porque había dos profesoras, pero ahora volvió este sujeto y ya me siento que perdí. Qué más, no sé, me puse a hacer cosas para medios, ya que soy una pelotuda Pro para uno de mis compañeros y los demás me la sudan. Y la lámina para mañana, y el té negro con frutos rojos y la almohadilla térmica, y a dormir.

Qué difícil se me hace componer cuando me falta tu calor .

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