sábado, 3 de noviembre de 2012

Titanium .

Al final, yo también prefiero la muerte antes que perder la libertad. Pero vivir en el precipicio no siempre está bueno. Al menos no tanto como lo esperaba. Necesitaría vivir todo el día de joda, en un estado particular para llegar a sentir que no te necesito. Ni siquiera, siempre aparecés como sea. Empiezo a salir de a poco de todo ese mundo paralelo que me había inventado para sufrir un poco menos, y me encuentro de todo. Cosas buenas, graciosas, gente increíble... Y también volver a llorar por vos. Volver a sentirme horrible, tener la incertidumbre de qué carajo es lo que pensás, por qué hacés las cosas, y lo peor es que no tengo los ovarios suficientes para plantarme y preguntarte qué es lo que esperás de mí. Quizás debería plantearme qué espero yo de vos, y qué tanto estoy dispuesta a dar. Me está faltando tomar las riendas y empezar a tomar algunas decisiones, o al menos lograr no terminar siempre en este estado de incertidumbre y tristeza. No me gusta llamarle depresión, la depresión es otra cosa y para eso me dieron pastillas. Esto no se cura con pastillas, esto no requiere medicina. Esto requiere decisiones, cosas claras, probablemente volver a golpearme la cabeza contra la pared. Así que nada, ya lo hablaré con mis dos profesionales de salud mental, por el momento vuelvo a la negación y me voy de joda. Euforia se llama, recuerden, capacidad de soportar el dolor.

Nothing to lose, fire away, fire away .

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