miércoles, 6 de junio de 2012

Diamantina .

Este frío así, tan grande, me remite a momentos y sensaciones muy clave. Primero, a la necesidad inminente de un abrazo y de una compañía para ir a Starbucks a por un café, el cual tomaremos mientras caminamos y llevamos tapados, bufandas, pantubotas, guantes y gorros de lana. ¿Eso será canchero? Pero lo peor del frío, es que empeora cualquier noticia. Sentir el frío en la cara está bueno para recordar y entender que estamos vivos y que por eso sentimos, pero perder a alguien y encima en medio del frío es como una sensación del vacío total. Falta muy poco para que haga un año que me cambió la vida. Para que haga un año que estaba en mi antiguo trabajo y recibí un inbox que jamás voy a olvidar. Un año de que llegué a casa y al enterarme de lo sucedido no pude hacer más que quedarme dura contra una pared mientras lloraba e intentaba hablar por teléfono con mamá. Un año que no puedo entender por qué todo tuvo que ser tan injusto, y un año también que me hizo tomar conciencia de que en dos segundos te cambia la vida. Este frío me recuerda a ese hospital, a la desesperación que sentía, a las lágrimas que dejaba escapar cada vez que salía a fumar y escondía durante todo el día porque sentía que yo estaba ahí para dar fuerzas. Es el frío, el cielo gris, la ropa y el olor de ese hospital que nunca me voy a olvidar. Como tampoco me voy a olvidar el olor del hospital en el que me habían internado a mí, poco menos de un mes antes, porque mis problemitas se habían hecho evidentes por demás. Por eso en esta época del año se me hace tan complejo existir, es la gran dicotomía de pensar que prefiero el frío antes que el calor, pero que es también el frío lo que reduce mi autoestima a menos cinco mil. Va a hacer un año de que yo debí emprender ese viaje que se vio demorado, un año de la psicóloga, las pastillas, los puchos, el speed, los cortes, la sal, el agua y todos los escándalos existentes. Ya hace un año de la generación 6.0 pero eso intento no lamentarlo, en definitiva aprendemos a convivir con determinadas cosas. En fin, creo que lo que más me molestó del extremo frío de hoy, fue que me di cuenta que todavía no hace un año y las cosas ya no son igual, que va a hacer un año de que todo se fue al carajo y la historia se dio vuelta como nadie lo imaginaba. Y de ahí no hay más capítulos, no hubo más capítulos con títulos y ordenados, solo bocetos de historias que alguna vez quizás para alguien tuvieron sentido.

#AmorArmado, no paro de hashtaggear eso .

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