domingo, 3 de junio de 2012

Ktorce .

Pero el sol cayó y con él la fe en que este mundo iba a cambiar. Fue todo muy nervioso y a la vez relajado, no, no tan relajado, nervioso mejor. Las conversaciones parecían carentes de contenido pero en realidad debatían sobre la importancia de ser canchero y encajar en esta secta. Mi camisa era negra, me sentía Juanes, solo que mi camisa es bella, y la otra camisa es de jean y bueno, no sé, yo dije que no me gustaba pero capaz que sí. Cuando la vi llorar a ella me sentí angustiada, pero porque era como verme a mí cuando lloraba por creer que podía cambiar a una persona, o por creer que merecía algo distinto. El desayuno de mc me recordó al día de Ink, solo que esta vez mc estaba abierto y yo tenía mi billetera. También tenía dentro muchas fotos 4x4, que de verdad son cancheras, o tal vez, casi cancheras, como yo, que siempre me faltan cinco para el peso. Y bueno, en fin, a veces no sé si soy feliz o si tengo ganas de saltar por el balcón con un paraguas en la mano, y como siempre en esta época del año todo se vuelve más turbio y me pregunto hasta cuándo habrá que esperar para tener lo que uno quiere, o merece según dicen quienes tienen afecto. La caballerosidad es importante, los criterios lo son, pero lo más importante es la frontalidad. Y por eso no juzgo a muchas personas que en su momento me hicieron sufrir, porque si bien no la pasás bien cuando te dicen lo que no querés escuchar, lo valorable es eso: te lo están diciendo. Si no, chicos, hacemos la gran meri, nos desaparecemos como por arte de magia y dejamos a todos en la cruel duda de saber qué es lo que pasará. A veces no hay ganas de enfrentar las cosas, pero menos ganas hay de encontrarlas de casualidad o por buscarlas hasta el cansancio. Vuelvo a reinvindicar la importancia del diálogo, y a pedir a quien sea que me ayude a mirar a un costado, o mejor aún, a mirar hacia adelante. Si hoy no hay rencores tal vez sea porque entendí lo que pasó, como diría Fran de Narváez, o porque siempre doy incansables oportunidades. Pero de nuevo, ¿hasta cuándo? Si no avanza no funciona, y si miramos atrás no hacemos más que detenernos. Adelante, comandante, entonces. Paso firme, una sonrisa, un buen look, y a ser cancheros, can-che-ros. Los aaaaamo a toooodossss como digo en twitter cuando estoy en estados particulares, nadie se quiere con nadie es la real bajada, y nada, eso, tampoco uno puede pasarse la vida esperando a que una persona se digne a hablar, ni tampoco el otro puede pretender que esperemos para siempre, supongo. Y es que tarde o temprano vas a estar en mi lugar.

La vuelta al mundo en solo dos segundos .

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