Qué buen finde, qué extraño pero buen finde. El viernes ya lo conté, la tarde, ese lugar y demás. Luego una pequeña siesta para aguantar la noche con el tedioso diario económico para tipo, la noche no giró más que en torno a eso, música feliz y un par de mensajes de texto mientras me preocupaba por la llegada de mamá. El sábado la fui a buscar, tarde como siempre -diría Arjona- y ella volvió a presenciar un robo, otra vez, en el mismo lugar. No tiene sentido que me explaye diciendo que la Policía Federal da vergüenza y que estoy harta de que el obelisco sea una zona liberada.
Arrancamos en busca de mis ansiados zapatos, pero resulta que la señora se compró unos hermosos en el primer local que entramos, dejándome en bancarrota moralmente. Peor que eso, nos caminamos la vida y yo seguía sin mi calzado para la boda. Después de varias horas y un exquisito almuerzo en el shopping logré mi objetivo, así que salieron zapatos y accesorios para meri, bien. Nos vinimos a descansar un ratito, a la noche nos esperaba la Noche de los Museos. Cómo amo esta Ciudad, con todo lo bueno y malo que tiene, no puedo estar más agradecida de tener la oportunidad de vivir acá, aunque no haya tenido la suerte de nacer y crecer en este lugar. Me gustaría volver varios años atrás para poder estudiar en el Nacional Buenos Aires, excelencia en todos sus aspectos. Y los museos, la Manzana de las Luces, la Botica del Ángel... Amo Buenos Aires, y amo al actual Gobierno de la Ciudad -no podía faltar el chivo, jaja-. Mamá que quería conocer la Legislatura, la cola daba la vuelta manzana, eso sí que me hizo valorar mi lugar de trabajo más que antes. Para mí era un edificio más, precioso sí, pero al que entro como si fuera mi casa. Así que nos queda eso pendiente, algún día vendrá a mi lugar de trabajo, más que invitada. Luego una extraña llamada por teléfono y algunas declaraciones huecas a mamá, que ya me dijo que ella jamás fue colgada como yo así que no sabe de dónde lo saqué, qué onda, problemáticos? Y hoy vino la ñoñita, y el hermoso de mi papi, y todos felices, comimos, paseamos y papá me quería comprar un celu pero acordamos que luego me encargaré. Ellos se fueron y tarde, muy tarde llegó mi bro con quien tuvimos una charla sobre el fin de semana de cada uno, y básicamente puedo pensar y agradecer que tengo una familia genial, aunque a veces me enoje con todos. Y ahora no paro de escuchar esta canción, que solo yo sé por qué la estoy escuchando tanto, tanto y tantas veces y no paro de repetirla. Qué lindo.
Mi mal de ojo, mi mentira, mi verdad, mi centro forward. ♥
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