Qué nivel, el baño era más grande que mi casa más o menos jajaja. Cómo me han hecho reír, son increíbles. Terrible fiesta se mandó nuestra amiga pose, pose. Qué lindo, qué bueno que hayamos ido todos -los que estábamos invitados, jaja- y qué lindo ver que nos queremos, de nuevo, acá nos amamos todos pero nadie se quiere con nadie. No, hablando en serio, desde Lu diciendo que todas las del equipo somos diosas, hasta la charla todos juntos mientras fumábamos -lo más parecido a la oficina del jefe que se haya conocido- diciendo que somos un mega grupo de alegría, de gente como uno, gente blanca... ajajaja e van al carajo, de gente pro. Los últimos en irnos, nos cerraron la barra y ya no hubo más bebida hasta que se nos dio por ir los siete en un auto a la casa de los chicos, a desayunar supuestamente, lo que devino en un domino a las 9 de la mañana tomando fernet con coca y bailando como si la noche estuviera comenzando. Qué flash, qué extraño pero lindo generar esos vínculos en ese poco tiempo, unos ebrios con buenas intenciones, eso somos nosotros. Eso sí, volver a casa a las ocho de la noche con los tacos, el vestido y un sombrero fue bastante fuerte la verdad, ni hablar cuando abrí los ojos e intenté comprender que estaba en Barracas. Dónde estaban los demás, cómo había ido a parar yo a ese lugar, situación que de hacerse conocida podría costarme el trabajo incluso. Qué fuerte, qué loco, loca vos no entendés nada del amor... Vos estás loca, meri. No, yo les juro que no, soy lo más coherente que vayan a conocer. Y mañana... mañana voy a ir un rato, pero ni sé a qué hora porque dormí unas tres horas según creo, encima nerviosa porque parecía una fugitiva, y ahora estoy con diseño, y nada, básicamente eso, que ninguna autoridad interrogue qué fue de mi existencia, y que los cómplices del asunto no abran la boca. Usted mi querido lector, es probable que esté pensando mal, muy mal sobre la situación pero le aseguro que no. Mamá llamándome a las siete de la tarde, dejame de joder, estaba durmiendo señora, dur-mien-do, como cualquier hijo de vecino. Y mech, pero ella se ríe de mis situaciones por lo que ni bien le respondí le aclaré que aún no había vuelto a casa así que no iba a ser muy conveniente juntarnos... Claramente. Ahora somos un equipo de nuevo, luchando contra el enemigo... luchando contra los nerds. Malditos nerds. Bueno, basta. Ah, sí, cuando tenga un auto yo también quiero tener un equipo que tenga pantalla y encima una pantalla grande atrás para ver películas, videos o, en su defecto, el DVD de Justin Bieber. De nuevo, y si bien a veces no entiendo cómo podría terminar todo ese quilombo que ellos mismos generan, gracias a mis compañeros por ser parte de un todo tan genial, por ser tan abiertos de mente sobretodo y no juzgar sino reírse de todo. Si nos organizamos... tenemos after todos jajaja.
Quiero un abrazo, un lindo abrazo y un necesario speed .
No hay comentarios:
Publicar un comentario