Mientras en otros lados hay gente muriendo en manos de otra, yo voy al médico y me encuentro con que todo es más triste de lo que pensábamos. Salud, colegas, brindemos con mucho alcohol para seguir destruyendo un cuerpo sin solución aparente. Salí llorando, me puse los headphones y me fui a compra ropa, después al llegar a casa fue el momento de llorar con ganas y putear, si hay crisis que no se note. Lo que más bronca me da es haber perdido una hora y media esperando a que me atendiera la pedazo de forra esta, para venir a decirme "Y sí, tendrías que tomar medicamentos pero tenés el hígado al límite, así no te puedo dar medicación". Macanudo. Entonces si me enfermo más o me pasa lo que sea, qué tengo que hacer? Sentarme a mirar pasar la vida? Por favor, me estresa que la gente crea que conoce más a mi cuerpo que yo. Mí cuerpo, mis reglas, pelotudos. Ah, sí, me puse violenta, ahora antes de dormir me tomo la pastilla, porque como me encargué de decirle a la señora, ella podrá evitar algunos medicamentos, pero los de venta libre que tomo por deporte, son míos y van a estar conmigo todo el tiempo. Eso sí, insisto en que el día que fallezca va a ser por un fallo hepático, y bueno. Lo último que me falta es saber que no voy a poder tener hijos, igual ya me da lo mismo, amaría tener una hermosa nena, pero no, mejor terminar la misión con tiempo e irse sin dejar tantas responsabilidades. En este lugar concheto, me chupo todo tu rencor. Mañana no sé con qué cara le cuento a mi jefe que me pidió que le avise cómo me iba con los estudios. Pues sí, ya lo tengo, se volverá al acting de la sonrisa idiota diciendo que estoy perfecta mientras le digo que parece una tostada, soy la más tierna y la menos respetuosa a la vez, diciéndole a mi jefe que parece una rodaja de pan lactal tostado. Ternuriiiiiita, en fin, nada. Voy a espiritualizarme.
En el aire, burbujas vuelan .
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