martes, 11 de septiembre de 2012

Nais .

Qué tal? El tiempo que hace que no escribo es proporcional al tiempo que estuve en otro planeta gracias a los psicoactivos. Qué vicio, verdaderamente. Llegué a mi nueva edad como dice nuestro bello fotógrafo, y le di la bienvenida a la noche más fisura de estos veintitrés años. La previa comenzó demasiado temprano, de la mano de mi coworker fulltime, con mi campera de nieve y mucha fafafa de la buena. Se sumaron luego el mejor abogado que la vida podría darme, y el fotógrafo que todos amamos, quien trajo m&m de regalo, porque esas son mis iniciales. Siempre tan original. Después se sumó mi compañera de la Comuna 2, a quien luego borré de bbm, facebook y le clavé unfollow en twitter. Me amo, eso es estar rota. También mi hermano y un amigo, que ahora los odio. Los odio y amo profundamente a mis compañeros de trabajo, a los que de verdad pertenecen al mundo del twitter y comprenden todo lo que sucede en una Rispé. Como por ejemplo, abrir el lunes el bolsillo de mi cartera y encontrar el teclado de un Nokia 1110, todo muy normal como siempre. Como por ejemplo, que haya tantos homosexuales y descubrir que se aman para siempre, que no es que chapan por chapar, yo les juro que se dan amor. Lluvia de corazones. Y los pibes que nos preguntaban si éramos las de matilda XD y me pedían mis lentes para sacarse fotos. Luego me desearon feliz cumpleaños y yo creo que el pibe de la camisa copada se llamaba Diego, pero seguro flashée. La marihuana no hace bien, es muy mala, te hace ver otra realidad. Hablando de eso, qué tan mal habré estado todo el fin de semana para que mi viejo llegue a utilizar el término "manija" para referirse a mi persona. Me la pasé durmiendo, me levantaba solo para que me pasaran a buscar de noche e ir a fumar. Para que me regalen chocolates y me malcríen, mientras muestro mi enorme mal humor y pocas ganas de vivir. Y ayer no servía ni para que me putearan en la oficina, ahí volvió el abogator con su gran papel de contención, a decirme que afloje pero que igual se había divertido tremendamente en mi cumpleaños. Ay, los amo, los amo en serio. Después me puse las pilas y hoy fue un día re optimista en el cual fui a la facultad y me propuse empezar el curso este jueves. El pelo rosa, y aknñojwhñojbaaam, mi profesor de morfología me ama, se ríe porque vuelvo ebria y me dice que mis trabajos siempre le copan. Gracia capo. Ah, nada, el bondi me paseó por Vicente López, como para recordarme que eran las doce de la noche y todavía puedo sentir un poco de miedo. Debieron verme ayer disfrazada en medio de Plaza de Mayo, lloro, increíble. Y mejor que me vaya a descansar. Gracias, de verdad, a todos los que me saludaron en mi cumpleaños, que sorprendentemente fueron muchos, me faltaron esas dos personas que no están físicamente pero que me levantan cada vez que caigo y no quiero despegar. Creo que esto es amor.


Amo a Santiago Artemis, ojalá un día lo bese .

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