martes, 26 de abril de 2011

Cierro los ojos .

Aparece el frío, los colores cambian y tienden a apagarse. No quiero pensar, pero no puedo dejar de hacerlo. ¿Dónde quedó esa alegría que hubiera venido si todo hubiera sido en otro momento? Tengo muchas razones para no volver atrás, pero sigo accediendo a eso. Y no digo a hace unos meses, ni siquiera un año, hablo de mucho más atrás, una de las etapas más oscuras tal vez, aunque no al punto de esta. Y escucho esa música y es un nudo en la garganta, pero ni siquiera tengo ganas de llorar. Entonces vuelve esa mirada triste que se pierde en el piso de un colectivo o en el paisaje que se ve por la ventanilla, mientras los demás van cada uno metido en sus problemas, lógicamente. Madurar no es crecer, no es crecer por suerte, bah, qué importa, si mirá cómo vengo. Estoy convencida de que voy literalmente para atrás, en todos los aspectos de mi vida, hasta quizás dentro de poco deban enseñarme de nuevo a hablar, comer y caminar. Ayer luego de ver un excelente capítulo de "llegaron los extraterrestres" en Sc channel, me dije que probablemente muchos de mis problemas de salud tengan que ver con eso, con la intervención de otro planeta, poniéndome una bolita de un metal extraterrestre o lo que fuere, pero para mí es por eso que nunca nadie me pudo curar. Hablando de mis problemas físicos, eh, de los mentales me hago cargo yo.

Favorito.

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