miércoles, 27 de abril de 2011

Pronóstico reservado.

A veces me sorprende la cantidad de conceptos, pensamientos y factores que pueden desprenderse de una sola situación. Necesito citar nuevamente entonces, el hecho de que pienso demasiado las cosas. Y es que realmente mi cabeza ya no puede detenerse, necesito analizar, pensar, entender... resolver. Ya no tengo pretensiones, no pido salidas al bar más top de Recoleta, no pido alguien que resida en la zona, no pido que se vista como a mí me gusta, ni siquiera que escuche las bandas freaks que me gustan a mí. Solamente me conformo con un abrazo calentito en medio de la catástrofe que se va a venir, solo pido alguien que ría conmigo mientras esté eufórica, y que me contenga cuando ese circo acabe y pueda mostrar lo mal que estoy. Unos chocolates de regalo no vendrían mal, pero tampoco son imprescindibles. Creo que me volví conformista, y puedo encontrar situaciones valorables con muchas de las personas que me rodean, esta necesidad de proyectar felicidad en lugar de trabajar sobre los problemas recientes. Podríamos escuchar Green Day como en aquella vuelta en auto, podríamos cantar Shaila y hablar de nuestra carreras. Podríamos sentarnos horas enteras a mirar pasar la vida, hacer comentarios sobre el color de las hojas del otoño, mientras recordamos nuestra adolescencia y añoramos ese espíritu rebelde, o simplemente limitarnos a caminar tiritando de frío, mientras cantamos Ya no sos igual. Habría mucha droga, eso es cierto, pero lo controlaríamos. Podríamos salir a tomar algo, no sé a dónde, cómo, ni con qué estilo, pero aceptaría solo para ver qué hay más allá de esas sonrisas, hablaríamos de trabajo, estudios, y la gente en general supongo, el tema de la música es totalmente canjeable si hay de por medio un abrazo como el antes citado. Podríamos hablar de programas de Discovery e Infinito, morfología, fumaríamos mucho y escucharíamos música de esa onda, suena a combo perfecto pero debe haber varias cosas que no encajan. Podríamos sacarnos fotos frente al espejo de ese departamento, sentados sobre el piso de madera mientras escuchamos Los Redondos, hablar de diseño y ver videos viejos. Y con vos? Con vos volvería esa sonrisa colgada, pero solo porque te gusta a vos. Cantaríamos cualquier tipo de música porque nuestra mente es un quilombo, e intentarías enseñarme a tocar la guitarra. Comeríamos comida chatarra y tomaría mucha cerveza, vos me escucharías sin una gota de alcohol  mientras yo hago comentarios que considero sabios. 
No deja de hacerme ruido la cabeza, pero a lo lejos se escucha sos buchón, sos buchón, mientras nos veo caminando congelados. Porque eso es cierto, yo siempre las veo como un tercero las cosas, interesante.

Brujería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario