sábado, 9 de abril de 2011

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En realidad viene en relación con una entrada que hice ayer, pero justo cagó el wi-fi así que será en otra ocasión. Pero quédese bien tranquilo mi querido lector que usted si sigue el blog va a comprender porque es capaz de realizar el tipo de relaciones a las que apunto yo. En fin.
Ayer luego de escribir la entrada que aún no he podido publicar, sobretodo luego de pensar en el nombre, se me vino a la mente una cuestión que tenía relación, pero que vino a molestarme desde un punto de vista distinto. Y es que siempre digo que el hecho de haber hecho mis cursos de numerología, cábala y tarot ha condicionado mi vida de manera interesante. Casi como si nada, me digo diez veintiocho, y en esa décima de segundo en que iba a comenzar a sumar los números para ver qué me querían decir, me digo con total desconcierto mil veintiocho. Y es así, luego de haber visto la hora duplicada a las 23.23, haber hablado sobre esos hechos y la película que lleva por nombre ese número, estaba acostada en mi cama pensando ahora en otro número. En aquel momento no lo había asociado, porque lo había pensado como dije primero, diez-veintiocho, listo, era todo lo que tenía que recordar. Al momento de decir mil-veintiocho, recuerdo casi por defecto, que ese fue el número de la primer revista que hice en mi trabajo. Es que ahora los números que empiezan con mil me recuerdan a eso, por ejemplo, la última que salió fue la mil setenta y seis, y cuando salga la mil setenta y ocho cumpliré cincuenta ediciones realizadas por mí. Entonces fue algo muy extraño, justamente mientras describía cómo me sentía en aquel momento, mientras intentaba ver pequeños logros y desaciertos, me hallaba nuevamente pensando en números.Mil veintiocho, dos, ese arcano que se ha repetido aunque no con esa frecuencia. Somos el 7, dos personas signadas por un mismo número de pelea, pelea al triunfo, como siempre digo. El 9, la novena esfera, Marte...
Y hoy me pasan un link en el cual se ven dos soles en China. Es que la gente que no comparta mis teorías no sé realmente en qué estará pensando, yo me siento contenta de pensar que es Hercólubus, que tal como lo predijo el V.M Rabolú, se alinea con el sol, luego se acerca cada vez más a la tierra. Y ahí tienen, la catástrofe de Japón junto con las ya conocidas tragedias de las que el hombre no se hace cargo y no hace más que culpar a la tierra.

Es así, o te rebelás, o te consumís .

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