martes, 10 de mayo de 2011

Influencias .

No me recibiré más pero prefiero setenta y dos veces esta vida, ir en auto, pasando semáforos en rojo, escuchando música, llegando tarde, yendo al bar, perdiendo la hora de entrega, tomando cerveza y fumando. Las caras de complicidad, la observación en su estado más pleno, porque tengo que seguir intentando resolver todo. Si la torpeza trae aparejado algo positivo, quiero la torpeza todos los días, todos los martes en realidad, dale? Sigamos imaginando una historia que quizás no vaya a ningún lugar pero que nos entretiene todos los días, está bueno fomentar la imaginación, de eso viviremos. Brindemos por más cervezas, más charlas en el bar, entre miradas y conversaciones a medio entender, y algún cuasi abrazo que algún día terminará de mutar. Ahora, si el profesor impide eso me cae peor que antes, y lo copado fue que en el medio de toda esa nada y ese todo al que no sentía pertenecer, dije algo muy sentido: "me encanta el otoño", mientras miraba las hojas del estacionamiento. Vayamos a cantarle al sol, a la luna y a quien vos quieras, te dejo elegir.

Ternura, palabra repetida.

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