Ese tema sí que no se supera, aunque a esta altura debería convencerme de que no superé ninguno de esos conflictos. Plantearme el hecho de vivir a energizantes y cigarrillos no puede estar bien. La lluvia de ayer me hizo ver lo mal que está todo, o lo mal que estoy yo dentro de este todo tal vez. El otoño me gusta cuando hay sol, y cuando las hojas son amarillas, ya llegó esta etapa en la que todo es marrón, y ya se vino el frío también. No quiero el frío si no tengo un abrazo calentito, no quiero el frío si no te tengo a vos. Tengo tanto miedo, de nuevo, de errar. La oscuridad no hace bien, la lluvia ya tampoco, ir mirando las hojas mojadas en el cuadro del vidrio del 128 me hizo pensar en cosas que tal vez no debería pensar: nssi. En cualquiera de sus expresiones, sea cortarse, drogarse, vomitar, no comer, consumir sustancias solamente para ver si algo malo pasa, por el solo hecho de saber que no me importa si así sucede. El pánico que siento cada vez que viajo en auto, pero las ganas que eso me genera sin embargo, ir a la facultad en auto es sin dudas bonus track. Aunque lleguemos tarde, aunque tenga toda esa sensación de terror, no quiero cambiarlo porque muchas veces dije que era un pequeño sueño, y se está cumpliendo, otro más para la lista. Y los celos, los celos que siempre son un tema porque parece que si no soy celosa de todo el mundo no soy yo. Los enojos que no son enojo y el autismo, las ganas de abrazar y que me abracen, contenidas por una cobardía que es consecuencia de mi maldita inseguridad. Me quedo con el tatuaje, y las conversaciones que fueron desde la facultad, hasta las sectas y las letras de las canciones de Shaila. Esperar el fin de semana vuelve a ser el único indicio de vida durante la semana, pero es bueno si es compartido.
Cantame una canción así me duermo tranquila, alejá todo esto de acá.
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