Cinco horas, poco más, poco menos, en las cuales logré uno de los mayores cuelgues de mi vida sin estupefaciente alguno. Solo tengo una cruel duda de un momento que no recuerdo qué sucedió y de repente desperté en una posición completamente diferente y con una frazada encima, cosa de la que jamás me percaté. Sí, analizándolo desde mi traumada visión, es muy secta, debí darme cuenta antes, pero... ¿qué más da? De algo hay que morir, si de repente dejo de expresarme en este medio quizás me hayan secuestrado. Pero no, o acaso me estoy olvidando de mi frase precursora: somos todos amigos.
Sale mfest? Haceme feliz, dale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario