domingo, 26 de junio de 2011

Dormir .

Chapar escuchando Shaila que sé que te gusta, o Blink, o Millencolin, o NOFX, o lo que vos quieras, chapar en silencio cuando la música se termine, y después quedarnos abrazados hasta que salga el sol y comience a entrar por la ventana de tu habitación. Mirarnos, hablarnos, o dormirnos, lo que sea. Y que ya no importe entonces ni el tiempo, ni el espacio, ni la lluvia, ni si ya se hace tarde y es domingo por la mañana. Esta música cursi me hace ser más cursi de lo habitual, de hecho vos me hacés ser más cursi y eso no está tan bueno, pero después de los abrazos de ayer no debería quejarme, todo es viable. Y de nuevo, de nuevo entonces esas ganas de salir corriendo por un abrazo, esta vez con una sonrisa idiota mientras también sigo pensando qué se traerá entre manos este querido dos mil once. Y básicamente eso, nada, nada y a la vez todo porque ya tengo otra vez esta sensación en el cuerpo, mientras no olvido tu cara de preocupación cuando rompo las reglas del juego y pido que me vengan a buscar. Paz.

¿Esa quién es? Ah no, la novia de... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario