Casi dos días sin ir al trabajo, otros dos sin ir a la facultad, y el encierro que parece encantarme. Pero no, yo sé que no me encanta, lo que acontece es que no hay ganas de salir, no hay fuerza. Vuelvo a perder la cabeza con esto de que no puedo dormir y no tolero estar despierta, insisto en la idea de qué bien la está haciendo este año. Hace un tiempo dije que había llegado a un punto terriblemente bajo y que entonces solo esperaba hacer pie para poder empezar a subir, pero como siempre que creo que entiendo algo, la vida me muestra lo equivocada que estaba. Y hoy me sorprendió ese pensamiento, hoy en el momento en que peor me sentí fue que pensé "esto es mucho peor que antes" mientras tenía la cara empapada en lágrimas por las arcadas, el vaso de sal con agua al costado, y deseaba sacar todo. Mientras miraba también mi muñeca izquierda y la pierna, otra vez cortadas, aunque al menos puedo sentirme bien porque ya pude quitarme la venda de la pierna, casi casi se complica. A veces me planteo también por qué uso mi inteligencia -poca o mucha- y mis conocimientos para hacerme daño, y es que sin dudas no puedo ponerme en primer lugar. Otra vez me da asco mirarme al espejo, otra vez siento que me odio, que odio todo esto que soy, que necesito cortarme o hacerme un aro o vomitar o teñirme el pelo o lo que sea. ¿Para qué? para nada, si voy a seguir siendo lo mismo.
Pero también está la eterna dicotomía de querer salir, o de pensar que hay cosas buenas, muy buenas y que no debería permitir que el Ego me las empañe. Pero me está haciendo la misma jugada sucia que me hizo en el dos mil seis, y lo peor es que ahora se conoce más con Alter y sabe dónde pegarle. Sabe dónde duele de verdad, y sabe cómo hacer para dejarme tirada sin ganas de nada. Será cuestión de que me proponga jugar de la misma manera, pero con inteligencia, acá la violencia no es una opción, no debería serlo al menos. Voy a tratar de mantener las pequeñas cosas que me hacen bien, y siento que necesito perderme en un abrazo, algo que me de indicios de que lo mejor está llegando.
Saldría corriendo y en pijamas en busca de ese abrazo .
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