Qué complejidad, por dios. A ver, podría contar muchas cosas, algunas lindas, muy lindas, y otras que harían un poco de referencia al estado que intenta dominarme todo el tiempo y en general lo consigue. Fue un gran, gran viernes, o amanecer de sábado mejor dicho, siempre termino colgando y voy a las dos de la mañana, comprando primero puchos en el kiosco que está a pocos metros de la parada del bondi. Sí, voy en bondi, porque ya todos sabemos una de mis frases rectoras: no pasa nada. Había mucha gente, eso no caracteriza a las mfests pero es que ellos estaban como en una fiesta paralela, eso está bueno, la sede ya se está pareciendo a un bar o algo así. Entramos caminando rápido y mirando el piso, así se dominan las situaciones de vergüenza, al menos en la mfest. Luego la buena música, aunque esta vez acompañada de una gran charla que rozó lo emo, y yo miraba el piso porque tenía miedo por el reto que vendría inexorablemente, pero a decir verdad, me gustaría que me reten más seguido si siempre va a ser así. Y un abrazo, un enorme abrazo con una especie de masajes que casi me hace llorar, pero todavía puedo contenerlo. Me hiciste preocupar mucho, ¿sabés? esa frase casi hace que me muera en el instante, pero no era el momento ni el lugar. Qué lindo, qué lindo, qué lindo... Después el taxi que odiamos, la combi que casi pierdo, la charla con el perro, los puchos con música que hace revivir viejas épocas y la visita a mi tía. Después la visita de ella, en una gran charla experimento de por medio, en la cual hubo pelotudeces como siempre pero también cosas serias, muy serias y consejos muy geniales, porque ella es básicamente genial. Hoy el cumpleaños de lu, la tristeza aparente y esas cosas, pero lo más curioso de este fin de semana fue la cantidad de afecto que recibí, me pongo a pensar en que ya es muy evidente todo esto. Y el martes? Ah, sí, el martes tengo que ir a contarle a alguien algunos de mis problemitas para ver si me puede ayudar o algo así, no es en vano que sea justo ese día, quizás es ahí cuando mi verdadero viaje empieza y fui muy torpe al creer que me iba para siempre. ¿Y vos? Con vos no hay rencor, pero me duele que tengas la crueldad para fingir preocuparte por cómo estoy mientras vos sos hiper feliz, cosa por la cual me alegro, pero no está bueno que me recuerdes lo sola que estoy yo -al menos desde tu punto de vista-, toda la cuestión de la media naranja y demás. No te olvides de dónde saliste, no, de verdad, no te olvides que el que ríe último ríe mejor, y si bien a mí no me interesa reírme de vos, ni frente a vos, no me gusta para nada que te rías de mí. Fuiste otra clara prueba de que no hay amor sin violencia, pero yo como puedo sigo. Y tené cuidado, no sea que todo eso que escupiste hacia arriba contra la gente homosexual te caiga en forma de pareja, sino vas a terminar cantando la canción de Panda, y no te lo deseo.
Mágico. Abrazame una vez más, dale.
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