viernes, 3 de junio de 2011

Vainilla .

Sí, tenía ganas de tomar un vainilla latte calentito, calentito, tenía frío también, y también comí tantas cosas de las que luego me arrepentí. Vaca asquerosa. Che, nada, quiero un gorro con orejas, así hago más evidente que tengo problemitas. Pro-ble-mi-tas, pro-ble-mi-tas, qué infantil que sos meri. Quiero que sea sábado porque entonces claro, sí, qué genial. María, digo yo, ¿no tiene nombre? Sí, pero prefiero decirle así. Pero si es acá a la vuelta... bueno, está bien, son diez cuadras, vayamos en taxi. Taxi, taxi, acelere pronto. Estoy cansada de que me digan ah qué cosa, ah que sí, ah que no, y si no les gusta mis muchachos, no-me-si-gan. Cuando el mundo no tiene respuesta, o se vuelve incomprensible... yo sigo acá, insoportablemente vivo. Qué buena manera de definirme ahora, sí. Y si mañana no consigo un gorro? Y bueno, te joderás, pero a la noche va a hacer mucho, mucho frío y todo se va a complicar. Dame un abrazo, necesito un abrazo oh oh oh.

Tengo problemas y me encanta decirlo .

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