Bueh, acá estamos. Profesional de por medio, conversación con mi jefe sobre anécdotas de cuando éramos jóvenes, y toda esta catástrofe. Qué bueno que una de las cosas que pedí se cumplió: " Solo te pido que me banques hasta Junio, que estés conmigo hasta que me vaya, y que si no me llegara a ir por esas vueltas que jamás entiendo, por favor te quedes conmigo" y ahí estuviste, intentando sostener este desastre que ya empezó a desatarse. Igualmente el viaje comenzó, podríamos llamarle cambio de rumbo si se quiere, pero pedir ayuda e intentar abrirse es sin dudas un gran paso. Cuántas ganas de llorar arriba de ese colectivo, pero cuánto me llenan tus abrazos también. Eh, un beso? También, pero tengo este problemita con los abrazos, no sé cómo funciona. Y vos, psicóloga, si me seguís contradiciendo y yendo en contra de mis teorías vamos a andar mal eh, desde ya te lo aviso (?). Qué me importa? Quiero torta, no, quiero más y más abrazos y salir de esto, porfi.
Padrinos mágicos .
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